viernes, 26 de enero de 2018

AGUJEROS NEGROS


Desde que de niña estudié el sistema periódico y la maestra nos enseñó la magia que encerraba esa tabla organizada por grupos y familias de elementos químicos, desde que supimos que todo todo todo cuanto hay en la tierra está compuesto de esos elementos -que entonces eran ciento cinco-, me fascinaron la tierra, los planetas, las estrellas... Y ya entonces, a pesar de los doce años, comprendí que el universo era una metáfora del ser humano o viceversa.
Por San Lorenzo y por Santa Lucía miro al cielo con la esperanza de que algún deseo se me haga realidad, más que nada porque si hasta una pequeña estrella puede iluminar un largo camino, no digamos una estrella con su estela cómo ilumina los ojos y el corazón de quien se cruza en su viaje.


Últimamente me inquietan los agujeros negros, esos monstruos invisibles y voraces que se nutren de la energía de los desprevenidos. Los astrofísicos pierden el sueño por conseguir darles caza para intentar desentrañar el misterio de su naturaleza. Dicen que al parecer hay un agujero negro supermasivo en el centro de cada galaxia; el de nuestra Vía Láctea es tan invisible como los demás pero sabemos que se llama Sagitarius A. Todos ellos tienen en su interior una cantidad de masa tan  elevada como para generar un campo gravitatorio de tal magnitud que ninguna partícula material, ni siquiera la luz, puede escapar de ella.
Y me digo yo: ¿Cómo algo tan invisible, tan oscuro, puede devorar estrellas, alimentarse de luz, llenarse de ellas y seguir siendo negro como la amargura?
Son como los tornados, que atraen todo hacia su centro produciendo solo destrucción, desolación por donde pasan y ya nada vuelve a ser como antes.
Pero los tornados depués lo vomitan todo, hasta vacas que aparecen a gran distancia de donde pacían tranquilamente.
En nuestro mundo algunos somos astros, otros planetas, hay satélites, soles, estrellas enanas, meteoritos, estrellas gigantes, cometas, nebulosas y agujeros negros. Hay que evitar a toda costa el campo gravitatorio de estos últimos porque si te atrapan, te absorven, te roban la luz y llegas a desaparecer opacada por su oscuro interior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario